El cambio climático amenaza la integridad de nuestros paisajes fundamentales y la supervivencia de muchas de las especies, así como los medios de vida de las comunidades que viven y dependen de estos paisajes. Si bien la planificación para la adaptación es esencial para aumentar la resiliencia y hacer frente a esta amenaza, WCS también tiene la oportunidad de contribuir a la mitigación del cambio climático a través de actividades encaminadas a reducir gases de efecto invernadero (GEI) y aumentar los sumideros de carbono en nuestros paisajes.
Nuestros esfuerzos se enfocan en la reducción de la deforestación como una de las fuentes principales del cambio climático, a través del fortalecimiento de las acciones gubernamentales y de las comunidades para la prevención y atención a incendios forestales. El fortalecimiento de las capacidades locales para la prevención de los incendios es fundamental, por lo que apoyamos la gobernanza local a través de las comisiones comunitarias de incendios forestales.
También es necesaria una respuesta sólida desde el gobierno, por lo que trabajamos para robustecer las capacidades de prevención y respuesta del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) en su misión de resguardar la Reserva de Biosfera Maya (RBM) en particular y las áreas protegidas de Petén en general, trabajando en coordinación con los socios que tienen a su cargo el manejo de distintas unidades de conservación en la RBM, como el Centro de Estudios Conservacionistas (CECON), Fundación Defensores de la Naturaleza (FDN), FUNDAECO y la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP).
Adicionalmente trabajamos en aumentar la fijación de carbono a través de la restauración de la cobertura forestal en áreas degradadas. Nuestro enfoque no sólo contribuye a la mitigación del cambio climático, sino también contribuye a generar medios de vida sostenibles en las comunidades que participan en los procesos de restauración, promoviendo la conservación de hábitat importante para el mantenimiento de la biodiversidad.
WCS también trabaja con medidas de adaptación al cambio climático que fortalecen las capacidades de los actores del territorio, con soluciones climáticamente inteligentes diseñadas a través de procesos participativos que permiten inversiones en las comunidades para fomentar la resiliencia climática. Por ejemplo, inversiones en sistemas de captación y almacenamiento de agua, sistemas de purificación de agua, infraestructura mejorada para reducir la temperatura en escuelas, entre otros. Estas medidas también se aplican en las áreas donde CONAP tiene campamentos establecidos y donde se implementan medidas de manejo adaptadas al cambio climático para mejorar las condiciones del personal de campo. Nuestro compromiso a largo plazo con los bosques, la biodiversidad y las comunidades locales requiere la constante adaptación al cambio climático para fomentar la resiliencia colectiva.