Texto por WCS Mesoamérica y El Caribe en colaboración con: Fabricio Santos · Kurt Duchez · Rony García-Anleu · Luis Guerra · Oscar Núñez Saravia · Claudia Novelo Alpuche / Imágenes de cámara trampa por WCS Guatemala, belice y nicaragua
Las poblaciones de jaguares en Mesoamérica enfrentan amenazas críticas. La destrucción de su hábitat natural, impulsada por la ganadería ilegal y el tráfico de partes de jaguares, ponen en peligro la supervivencia de estos majestuosos felinos.
Las culturas nativas de Mesoamérica le atribuían al Jaguar un valor simbólico, relacionado con la tierra, el agua y la fecundidad, y era representación de los dioses. Las tradiciones orales de las comunidades orginarias de Mesoamérica relacionaban al jaguar con sus antiguos reyes, al mencionar que en las ceremonias fúnebres de sus reyes, éstos regresaban convertidos en jaguar, o mencionando que sus líderes espirituales se transformaban en jaguares negros, tambien conocidos como panteras, y que aún deambulaban juntos en las profundidades del bosque. Las huellas del rey jaguar en las culturas indígenas de Mesoamérica son tan claras como las huellas que dejaron en sus diferentes y sofisticadas expresiones artísticas.
Las historias de las culturas precolombinas y de las actuales comunidades indígenas resaltan la importancia del jaguar, sus presas y el bosque natural para sus vidas. Igual que los seres humanos necesitamos un hogar, alimento y un lugar agradable para vivir, el jaguar tiene en los bosques su hogar y alimento, alejado de la presencia humana. Por ser el rey del bosque, es el depredador máximo, puede tomar lo que él desea y se alimenta de fauna silvestre.
Jaguar captado con cámara trampa en La Moskitia de Nicaragua. Video por WCS.
Las amenazas
En la actualidad, la creciente presencia de fincas ganaderas y cazadores están destruyendo el hogar del jaguar, y eliminando a otros animales silvestres, como jabalíes y venados, que son sus presas favoritas y dejando a los jaguares sin alimento. Esto los obliga a buscar sus presas fuera del bosque, y lo primero que encuentra son los perros, cerdos y ganado generando conflicto entre humanos y jaguares.
En la selva maya, la cacería de jaguares ha alcanzado proporciones devastadoras, para comercializar sus dientes, garras, piel y cráneo. Esto es impulsado por la demanda del mercado de artesanías, joyería y recuerdos para turistas, despojando al jaguar de su simbolismo ancestral, y desencadenando una espiral de amenazas para su existencia.
Entre los grandes retos para conservar los jaguares en Mesoamérica es controlar la ganadería ilegal para mantener la integridad ecológica de los 5 Grandes Bosques, reducir la cacería de animales del bosque y el conflicto entre jaguares y humanos. Entre las herramientas para mejorar la conservación de jaguares en Mesoamérica está la implementación de prácticas humanas que fomenten la restauración y conectividad de los ecosistemas naturales regionales.
Las poblaciones de jaguares se recuperan en áreas de concesiones forestales
En Guatemala, los registros por cámara trampa indican que sus poblaciones se recuperan en las áreas de concesiones forestales y en parcelas en proceso de restauración, como está siendo demostrado en la Concesión Comunitaria Corona-Morgan. Esta concesión incluye 37.666 hectáreas de bosque y humedales, y está situada cerca de una de las fronteras de deforestación más difíciles en la Reserva de la Biosfera Maya. Esto pone en evidencia que para conservar la fauna silvestre es necesario reforzar la capacidad de las comunidades para proteger los bosques y la fauna silvestre, usando como herramienta el monitoreo biológico.
Jaguar captado con cámara trampa en la Reserva de la Biosfera Maya, Guatemala. Video por WCS.
El jaguar, indicador de la salud del ecosistema y fundamental para la salud humana
El jaguar es el depredador máximo de los ecosistemas tropicales de América, regulando las poblaciones de las demás especies de fauna silvestre, eliminando animales viejos y enfermos, y de esta manera manteniendo estructuras poblacionales sanas de las especies de fauna. Este rol del jaguar tiene implicaciones directas en la salud humana, reduciendo las probabilidades de transmisión de enfermedades zoonóticas que afecten a los humanos. La protección del jaguar, y otras especies silvestres, es un componente importante en la estrategia global de salud pública, en la prevención de riesgos sanitarios emergentes que amenacen a las poblaciones humanas, como fue el caso en años recientes con la pandemia de COVID-19.
Con la iniciativa de los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica se apoyan diversos procesos de conservación del Jaguar: protección y monitoreo de bosques naturales, restauración de hábitat adecuado para jaguares, apoyo con medios de vida para que comunidades humanas alrededor de los bosques, que mejoren sus ingresos económicos a cambio de compromisos de conservación y restauración.
El futuro de los países de Mesoamérica está ligado a la conservación de los jaguares y las culturas indígenas.
¡Juntos conservemos los Grandes Bosques de Mesoamérica!